Sean mis primeras palabras para dar a ustedes un afectuoso y fraternal saludo, en este significativo acto de celebración y reencuentro, en torno al Decimoquinto Aniversario de la fundación de la UTEM.
Justamente es una noble tradición de nuestra comunidad, el congregarse cada año en este encuentro íntimo de reflexión y acercamiento. En él, recapitulamos y revisamos lo aprendido tanto de nosotros mismos como de nuestro entorno más inmediato.
Con este espíritu, en el día de hoy, permítanme entregarles una breve cuenta de aquellos aspectos que han marcado el devenir de nuestra institución, desde el pasado 1 de junio, día en que asumiera la Rectoría en este período de transición.
Como ustedes saben, las prioridades de mi gestión en este período, tienen su referencia en las circunstancias en que el Consejo Superior, me asigna la responsabilidad de conducir los esfuerzos de los tres estamentos hacia la búsqueda de soluciones a las difíciles condiciones que nos han afectado.
El momento en que asumí este gobierno universitario, estaba marcado por la necesidad de avanzar en tres direcciones: la restitución de la normalidad en el funcionamiento de la Universidad; la transparencia en cuanto a los fundamentos, la información y las decisiones que tienen lugar en los diferentes ámbitos de la actividad institucional, y en la situación económica.
Quiero centrar también mi intervención, en aquellos temas que han despertado la mayor preocupación en cada uno de nosotros.
Esto es, en primer lugar, el estado en que he encontrado a la institución en estos tres meses de gobierno, y en segundo término, aquellos hechos que han representado con mayor significancia la imagen que esta comunidad universitaria proyecta.
Después de enfrentar en este tiempo las más diversas situaciones y condiciones de trabajo, puedo decir que enfrentamos una crisis institucional que tiene profundas implicancias.
La alteración de la vida universitaria es de tal magnitud, que la única forma de salir adelante, es con la participación y el esfuerzo de cada uno de los integrantes de esta comunidad.
Una dimensión de esta crisis es valórica. Resulta especialmente preocupante que en un contexto de intensa competitividad, como es el sector universitario chileno, en donde es vital para nuestra sobrevivencia la movilización en torno a criterios compartidos, se haya entronizado en nuestra universidad un clima de desconfianza, descalificaciones y hostilidades expresadas de distintas formas.
Esta dinámica de convivencia ha aislado a los distintos estamentos, respecto del análisis y toma de decisiones acerca del devenir de la UTEM en los ámbitos propios de la acción universitaria.
Esta falta de participación integrada, se deriva también, de la utilización de las figuras administrativas, por sobre el rol de los cuerpos colegiados, perdiéndose en el camino la institucionalidad de los actos de gestión universitaria.
Lo anterior se refleja en las conversaciones de la comunidad universitaria. Ya que no hay discusiones y propuestas acerca de las implicancias y alcances de los problemas y opciones existentes para fortalecer los contenidos académicos y revertir el débil posicionamiento externo de la institución.
Estimada comunidad UTEM, sin lugar a dudas nos asiste una crisis que tiene su correspondencia en cada nivel de la organización y en los distintos ámbitos de la vida universitaria. Pero es necesario reconocer que en ella somos todos partícipes, ya que no es una situación ajena a cada uno de nosotros.
Si analizamos las distintas esferas de nuestro quehacer diario, desde las horas que semanalmente entregamos a la Universidad, la forma en que evaluamos nuestra docencia y actualizamos nuestros contenidos, la frecuencia con que generamos proyectos que nos vinculan con las comunidades externas; entonces podremos dimensionar en la intimidad de nuestra conciencia, el grado de responsabilidad que cada uno de nosotros tiene en esta crisis.
El conflicto universitario que nos condujo hasta aquí, es también reflejo de una crisis de gobernabilidad. Uno de los grandes desafíos que he debido enfrentar al momento de asumir la Rectoría, fue el conflicto estudiantil que mantuvo paralizada la institución por casi siete semanas.
Los estudiantes de la UTEM, a pesar de no tener una representación de carácter resolutivo al interior de los cuerpos colegiados, han acompañado el proceso de recuperación de la institucionalidad, dando muestras de una singular madurez cívica y altura de miras respecto del futuro de la Institución. Queridos estudiantes de la UTEM, representados en el Consejo de Presidentes, a ustedes va mi profundo agradecimiento, ya que en un contexto de arduo trabajo y respeto a los acuerdos, depusieron la movilización a partir del decimoprimer día de esta Rectoría, abriendo con ello una nueva etapa en la historia de nuestra Universidad.
Otros actores determinantes de la continuidad institucional en estos tiempos de crisis, han sido los funcionarios administrativos. En ellos hemos depositado nuestra confianza y aprecio por la responsabilidad asumida durante los vacíos de conducción que hemos sufrido.
Sin duda, esta es una nueva etapa en que hay que evaluar muchos aspectos relativos a la marcha de la Universidad. Es preciso sincerar las cifras, transparentar los hechos y develar las verdaderas intenciones que están detrás de los discursos y las causas nobles como la defensa de la Universidad.
Estimados académicos, debemos reconocer que el estamento que nosotros conformamos, no ha evidenciado la riqueza de contenidos que se ha esperado al momento de repensar el mejoramiento del clima de nuestros espacios de dedicación, las formas de organizarnos, de gestionar nuestros recursos, las condiciones de trabajo, el entorno laboral y los servicios que entregamos a nuestros estudiantes y a las comunidades externas.
Debemos reconocer también que esta carencia de contenidos, no tiene sus orígenes en la falta de conocimientos o en las capacidades presentes en nuestro estamento. En cada ámbito disciplinario de la Universidad contamos con académicos de gran experiencia y claridad respecto de los caminos a seguir y de las formas de conducirnos. Quiero subrayar que esta falta de propuestas tiene sus raíces en nuestra incapacidad de integrar estas visiones, respetar nuestros acuerdos y hacernos responsables del trabajo que esto significa.
Estimada comunidad UTEM, es tiempo de empoderar los cuerpos colegiados de la Universidad y los conductos regulares, para de este modo integrar los contenidos necesarios para el avance institucional, dar credibilidad a la Institución y superar el débil posicionamiento que tenemos externamente.
En este periodo hemos estado bajo la mirada atenta de diferentes organismos, especialmente del Estado, que esperan genuinamente que superemos nuestra crisis y actuemos a la altura que los tiempos requieren. También esperan respeto, especialmente en la interacción institucional ya que nuestra informalidad también los ha arrastrado a participar involuntariamente en nuestros conflictos puntuales.
En lo que respecta a la situación económica, uno de los grandes desafíos de esta Rectoría de transición, ha sido el transparentar la situación real de la Universidad en sus diferentes aspectos. También los motivos que están detrás de las decisiones tomadas y los caminos de acción elegidos.
Se que ustedes sienten que no han tenido a su disposición un nivel de información que les de mayor confianza y menor incertidumbre respecto de su realidad y futuro inmediato, pero dimensionar y caracterizar el estado financiero y jurídico de la Universidad, ha sido una tarea mayor.
El reconocimiento del estado financiero ha sido obstaculizado en primer lugar, por la pérdida de información derivada del robo de los discos duros desde los servidores principales de la Universidad.
Una segunda limitación para este diagnóstico, ha sido la dispersión que tienen los compromisos financieros pendientes, respecto de personas, proveedores, bancos e instituciones relacionadas.
Lo anterior adquiere una complejidad adicional, si consideramos la necesidad de regularizar procedimientos a través de los cuales se han tomado decisiones y ejecutado movimientos de recursos financieros de la Universidad.
Estimada comunidad, como ustedes saben, la situación económica y financiera de la Universidad, es resultado de criterios de gestión y decisiones adoptadas en un contexto de déficit que tiene un carácter estructural, ya que éste acompaña a la Institución desde su creación.
Por otro lado, entre los criterios de gestión que han tenido mayores efectos sobre la situación económica y financiera actual, se registra el uso de instrumentos financieros no adecuados frente a la urgencia de adquirir propiedades, ya sea por requerimientos de infraestructura para programas en marcha u oportunidades en el sector universitario de la calle Dieciocho.
En general, desde un punto de vista técnico, se entiende que debe existir una correspondencia entre el horizonte de la inversión y el instrumento financiero que permite su financiamiento. Por lo tanto, el hecho de utilizar endeudamiento de corto plazo para la adquisición de propiedades que tienen una naturaleza de largo plazo, ha generado un significativo aumento de la carga financiera.
Entre los factores estructurales que tienen mayor efecto sobre el capital de trabajo, se cuenta el aporte institucional en crédito al estudiante, la morosidad en el pago de los aranceles y la dinámica de gasto.
El primero, el crédito al estudiante, representa un monto promedio anual aproximado de dos mil millones en términos de menores ingresos, ya que se restan de los destinos propios para el financiamiento de las operaciones regulares de la institución.
El segundo factor, la morosidad en el pago de aranceles, se relaciona con el pago mensual de colegiatura que nuestros estudiantes comprometen año a año. En promedio, esta se ha elevado peligrosamente en los últimos meses, ya que solamente un cincuenta por ciento de nuestros estudiantes están cancelando oportunamente sus aranceles. Esto nos ha conducido a una acumulación excesiva en aranceles no cancelados oportunamente por los estudiantes, generándose, por este concepto, importantes gastos financieros por créditos solicitados a la banca con el fin de suplir estos fondos en los gastos operacionales mensuales.
Desde el punto de vista de la dinámica del gasto en la Institución, se identifican entre los factores de alto impacto económico y operacional en la Universidad, el rendimiento académico del alumno en las distintas carreras, la deserción del estudiante y la demanda efectiva por las carreras reflejada en los ingresos de estudiantes a primer año.
Factores como el comportamiento de los alumnos de segundo año y siguientes en cuanto a sus requerimientos de crédito y rendimiento académico, la forma en que se gestiona la programación académica y el uso de la infraestructura de la Universidad, constituyen también causas de ineficiencias en el uso de recursos y en los procesos administrativos, que a su vez afectan la toma de decisiones en los distintos temas de la administración docente y presupuestaria.
En los niveles medios de la mayoría de las carreras, se presenta un fenómeno de sobredimensionamiento de la población estudiantil, producto de la alta tasa de repitencia. Temas como la aplicación del reglamento estudiantil y la implementación de estrategias que potencien su avance, constituyen elementos críticos para un funcionamiento adecuado de la programación académica.
Todos estos aspectos deberán ser revisados con la participación amplia de los tres estamentos, con el fin de diseñar planes de mejoramiento que se adecuen efectivamente a la realidad inmediata y la disponibilidad real de nuestros recursos.
Estimada comunidad, lo que caracteriza con mayor fuerza la situación financiera de este momento, es el estado de endeudamiento y de la liquidez en la Institución.
El endeudamiento de largo plazo es 6.482 millones y la deuda vencida al 31 de julio es de 3.145 millones.
La insolvencia de capacidad y puntualidad significa una situación de alta complejidad para la administración financiera y presupuestaria de este momento, ya que representa un déficit de capital de trabajo de cuatro mil quinientos millones de pesos al 31 diciembre del 2008 del presente año.
Esta situación, es producida por la disminución radical de los aportes financieros de distintos tipos. Entre ellos se cuentan los programas de ingreso Vía Selección UTEM, el menor flujo de remesas de la Edutem, menores ingresos por aranceles debido al aumento de la morosidad, a lo que se suma una menor disponibilidad de recursos en los instrumentos de financiamiento de capital de trabajo, como líneas de crédito, por efecto del encarecimiento del servicio de la deuda.
El capital de trabajo es el recurso financiero mediante el cual se cubren los requerimientos derivados de las operaciones del día a día. Los gastos representativos generados por este movimiento son las remuneraciones, los honorarios, las compras de bienes y servicios, y los compromisos pendientes.
Las fuentes regulares del capital de trabajo, son los ingresos por aranceles, los aportes fiscales, la recuperación de crédito y las remesas de empresas relacionadas. Estos flujos alcanzan un monto mensual promedio de mil doscientos millones de pesos.
En consecuencia, el financiamiento de las operaciones tiene un déficit mensual promedio de cuatrocientos cincuenta millones.
Por esta razón, es necesario diseñar caminos de salida. Al respecto, la Vicerrectoría de Administración y Finanzas, en conjunto con la Dirección General de Planificación, implementarán un plan de contingencia, cuyo objetivo más inmediato es revertir la compleja situación financiera de la universidad. El plan elaborado, será presentado por la Rectoría al Consejo Superior, para su implementación, a partir de los criterios de formulación del presupuesto 2009.
Otro de los temas relevantes para nuestra comunidad es la Edutem S.A., como ente administrador, las primeras acciones respecto de la Edutem, ha sido el cambio en la composición de su directorio, privilegiando los intereses de la UTEM, mediante la participación de autoridades institucionales.
En virtud de los acuerdos del Consejo Superior, está en marcha también la comisión de estudio de carreras y planes especiales administrados por Edutem. Esta iniciativa cuenta con la participación de la Vicerrectoría de Administración y Finanzas, Edutem y Dirección General de Planificación. Su trabajo inmediato está enfocado en la estimación de las necesidades de tramitación de pagos a los académicos de estos programas, así como también, en la determinación de las desviaciones en los estados de ejecución presupuestaria de la programación académica.
Otro aspecto, no menos relevante que el anterior son las iniciativas de mejoramiento de los servicios académicos.
Es indudable que las actuales condiciones financieras limitan significativamente las capacidades de inversión en iniciativas de mejoramiento del servicio académico. Por este motivo, nos hemos centrado en la optimización de los recursos existentes.
Una de las formas de optimización, tiene relación con la carga académica, ya que la cantidad de horas semanales por académico tiene un impacto importante sobre la estructura de gastos de la Universidad.
En este sentido, la Vicerrectoría Académica ha abordado en conjunto con decanos y directores de departamentos, la normalización de la carga académica de los profesores jornada completa y de media jornada, de tal manera que las contrataciones de jornada parcial del segundo semestre, sean en función de las reales necesidades de la programación académica.
Al mismo tiempo, se espera impulsar el mejoramiento continuo de los servicios docentes, mediante un sistema de evaluación del ejercicio docente y el uso de laboratorios y talleres.
También, a través de la Vicerrectoría Académica, se impulsa una comisión de trabajo para el desarrollo de un Plan Remedial para alumnos de ingreso 2009, con el fin de reducir repitencia en las asignaturas correspondientes a Ciencias Básicas.
Las acciones de mejora académica serán parte integrante de un Plan de Mejoramiento, que en conjunto con el trabajo de la comisión integrada por las Vicerrectoría Académica, la Dirección General de Planificación y la Dirección de Autoevaluación y Acreditación, continuarán la base para la elaboración de un modelo educativo de la UTEM, y para los procesos de acreditación de las carreras, así como de la acreditación y la gestión institucional.
Con este propósito, esta comisión también ha abordado la elaboración de un sistema de indicadores de calidad académica y gestión. Este sistema de indicadores es también complementario a la captación de recursos externos para el mejoramiento de la gestión, mediante la puesta en marcha de estrategias para la formulación y presentación de proyectos al Fondo de Innovación Académica 2008 del Programa Mecesup2. Para ello se llevará a cabo un trabajo colaborativo con la Directora Ejecutiva del Programa Mecesup.
En esta oportunidad, se espera formular proyectos orientados al fortalecimiento de las capacidades académicas, de gestión, innovación y modernización curricular, con miras a facilitar el proceso de acreditación de carreras y de la Universidad.
Entre estas iniciativas se cuentan, en primer lugar, un Sistema de Gestión de la Calidad y mecanismos de aseguramiento para potenciar los ciclos de calidad de los procesos claves referidos en el informe de evaluación institucional, mediante la identificación de políticas que deben ser formalizadas, junto al diseño y mejoramiento de los instrumentos de seguimiento y evaluación.
En segundo término, se debe reformular el Plan Estratégico Institucional, asegurando la incorporación de estrategias que den respuesta a las debilidades detectadas en los procesos de acreditación institucional e incorporar herramientas efectivas de monitoreo de indicadores, avance y logros.
En tercer lugar, se pretende implementar una Unidad de Análisis Institucional, que provea de estudios e informes que apoyen la toma de decisiones, de modo que se constituya en la fuente oficial de indicadores y que de respuesta a la demanda de datos en forma interna, tanto para las carreras en proceso de acreditación, formulación de proyectos, y difusión de carreras, como para los requerimientos de organismos externos.
Otra de las áreas de gran preocupación de esta Rectoría es la proyección de los ingresos 2009, ya que el disminuido posicionamiento que tiene la Universidad en este momento, pone en alto riesgo la matrícula de estudiantes para el próximo año.
Algunas unidades académicas están abordando en forma proactiva el posicionamiento de sus carreras y esas iniciativas deberán ser integradas y potenciadas desde el nivel central.
También como parte de las decisiones del Consejo Superior, para las carreras que actualmente se imparten en la Sede San Fernando, se generará un plan de normalización académica para regularizar y sancionar sus planes de estudios, en concordancia con los planes que se imparten en Santiago, teniendo presente la acreditación, además asegurar que los estudiantes tengan acceso a los laboratorios que hay en Campus de Santiago.
También se ha acordado congelar transitoriamente la oferta académica de la Sede para ingresos de alumnos del año 2009.
Otro ámbito de manejo de crisis en la agenda de trabajo de esta Rectoría, ha sido la carrera de Criminalística.
La población estudiantil actual de este programa es de mil cien estudiantes, en conjunto con un número aproximado de doscientos alumnos que están en proceso de regularización de su situación académica y arancelaria.
El planteamiento institucional respecto de esta situación es de asumir las responsabilidades académicas que la Universidad ha contraído con estos estudiantes, ya que se estima que es válido el fundamento tecnológico que tiene este ámbito disciplinario, en el contexto de la Reforma procesal Penal chilena.
Adicionalmente, este período de transición sentará las bases de una política que deberá ser diseñada en el seno de los cuerpos colegiados correspondientes, respecto de la continuidad de este programa y sus orientaciones futuras.
Estimada comunidad UTEM, en esta nueva etapa institucional, sin duda se requiere el replanteamiento de los contenidos estratégicos de la Universidad.
Una de las formas que esta comunidad se ha dado para avanzar integradamente, es el proceso triestamental, en donde se espera la amplia participación y el despliegue de contenidos necesarios para enriquecer las visiones y los caminos de acción.
En este sentido, el Consejo Superior ha instruido a la Dirección Jurídica tomar como base, lo indicado en Resolución N° 01957 fechada el 14 de junio de 1999 mejorarla y actualizarla. Al mismo tiempo, se han formado comisiones por Facultad, para luego dar inicio al trabajo desde el interior de cada una de ellas.
Aquellos contenidos del proceso triestamental, debieran formar parte de los fundamentos de la normalización del gobierno institucional. Ya que como parte del conjunto de acuerdos del Consejo Superior, la Dirección Jurídica y Secretaría General trabajan en la revisión y validación del reglamento de elección de autoridades de la Universidad, basada en la actual legislación chilena, para hacer llegar a la comunidad UTEM la convocatoria y calendarización que permita el desarrollo de la elección de Rector en la fecha señalada, de acuerdo al acta de sesión extraordinaria del Consejo Superior realizada el 10 de junio de 2008, la que en su punto II “De la elección de Rector” fija la fecha de elección del Rector de la Universidad Tecnológica Metropolitana, para el día 15 de enero del 2009.
Estimados integrantes de la comunidad UTEM, distinguidos asistentes:
Las grandes problemáticas descritas y los ajustes que se están llevando a cabo, implican para todos nosotros sacrificios que no tengo dudas nos encontrarán a todos dispuestos y nos llevarán al escenario de normalidad tan necesario para el desenvolvimiento institucional.
Con esta impronta, invito a cada uno de ustedes, a aceptar con tolerancia la diversidad de posiciones con que cada uno percibe y juzga nuestra realidad.
Enfrentemos el desafío de asumir con generosidad, el rol que a cada uno le corresponde en esta nueva etapa de la Institución.
La UTEM merece un futuro mejor y ello depende de cada uno de nosotros,
Muchas gracias.
